El 19 de junio abrimos las puertas de nuestra primera tienda en la ciudad.
Y lo que pasó dentro… fue más que una inauguración.
Fue una fiesta.
Pero también un homenaje.
A una ciudad que nos inspira.
A un verano del 92 que nos marcó.
Empezamos con un quiz olímpico sobre Barcelona 92.
Camisetas exclusivas de edición limitada para los primeros en acertar.
Regalos para quienes vinieron a conocernos.
Y una frase que ya no se nos va de la cabeza:
Siroko i Barcelona. Amics per sempre.
Después, la música lo llenó todo:
The Tyets en directo — energía, juventud y talento de aquí.
Y El Legado de Peret que nos hizo bailar como si estuviéramos en el 92.
Todo acompañado de sidra asturiana y pica-pica del norte para brindar por este nuevo comienzo.
Y entre preguntas olímpicas, camisetas exclusivas y regalos, nos dimos cuenta de algo:
Siroko no está creciendo. Está conectando.
Con personas, con lugares, con recuerdos que siguen vivos.
De Asturias a Catalunya. De costa a costa. De corazón a corazón.
No fue una apertura más.
Fue un homenaje a lo que fuimos, a lo que somos y a lo que queremos ser.
Un recuerdo a un evento de paz y unión.
En estos momentos, más necesarias que nunca.
Y esta no es una tienda cualquiera.
Inspirados por los miles de voluntarios de aquellos JJOO.
No nos conformamos solo con estar en Barcelona.
Queremos participar, colaborar y dejar huella.
Siroko i Barcelona. Sempre en moviment.